Desde la cabecita hasta los pies, tu bebé mide ahora alrededor de 13,5 pulgadas (unos 34 centímetros). Pesa 1,5 libras (unos 680 gramos) y, aunque no te parezca mucho peso, su cuerpo se ve ya más llenito, en vez de delgadito y largo. A medida que vaya engordando, su piel tendrá menos arrugas y se verá más suave. Cada día se parece más al recién nacido que conocerás en unas semanas. Su cabello ya tiene color y textura, aunque una vez que haya nacido, podría cambiar. Por ejemplo, los bebés que nacen pelirrojos pueden ponerse rubios (güeros), los que tienen pelo oscuro pueden tener luego mechas de un color más clarito y, a menudo, los rubios se convierten en morenos.
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